¡Aquí estoy de nuevo! ¡No he desaparecido! Lo sé, han pasado unos cuantos días desde mi última entrada en este blog. La verdad es que ha sido un inicio de mes bastante intenso. Para empezar, estuve fuera por mi cumpleaños porque Thomas me regaló un viaje a Francia. Después, volví a La Coruña pero solo durante unos días, para volver a hacer la maleta y poner rumbo a Porto a un curso de fotografía y estilismo culinario.
En realidad no he tenido mucho tiempo a disposición para cocinar y escribir en el blog. Aunque de vez en cuando está bien desconectar un poco. Pero solo un poco, porque habréis podido ver algunas de mis fotos de estas escapadas en Instagram. Así que en cuanto regresé, decidí preparar este soufflé con el queso de Mahón que compré en un mercado al aire libre en La Coruña. Es un queso estacionado de vaca, está muy bueno y le va genial a esta receta. Además es fácil de encontrar.
INGREDIENTES
75 gr calabacín
75 gr pimiento rojo
6 cucharadas soperas de bechamel casera
3 cucharadas soperas de queso de Mahón rallado
3 huevos
Una pizca de sal
Sal, pimienta y tomillo fresco al gusto
Opcional: Medio echalote
PREPARACIÓN
Precalienta el horno con calor arriba y abajo sin ventilación a 180ºC (356ºF). Corta el pimiento y el calabacín, saltéalos, salpimienta y unos minutos antes de apartar la sartén del fuego, añádele el tomillo. Reserva.
Ahora separa las claras de las yemas usando dos cuencos para ello. Al bol de las yemas añade la bechamel y las verduras. Después monta las claras a punto de nieve y viértelas en el cuenco anterior. Por último, coge tus ramequines, úntalos en el fondo y en los laterales con un poco de mantequilla y enharínalos. Ahora rellénalos con el compuesto hasta las tres cuartas partes del recipiente. Hornea durante diez minutos o hasta que esté doradito por arriba.
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